A. Conceptos Generales.
Se llama agua subterránea a la que se encuentra en la zona de saturación bajo el nivel freático.
Las aguas subterráneas proceden principalmente de la infiltración de las aguas meteóricas, tales como el agua de lluvia, del hielo y de nieve fundidos, y de los escarpes por filtración de cursos de agua, lagos, embalses u otros depósitos de agua. Hay aguas subterráneas que ascienden de los magmas o proceden de las lavas, son aguas juveniles. También puede encontrarse agua subterránea quedó retenida al mismo tiempo que se deformaron la rocas ígneas o sedimentarias.
Entre el nivel freático y la superficie hay una zona no saturada por la cual el agua se infiltra para pasar a la zona saturada o quedar retenida en las proximidades de ésta, debido a la capilaridad. En la zona de saturación, el agua llena todos los poros de los suelos y todas las cavidades de las rocas infrayacentes.
A veces aparecen zonas saturadas de agua por encima de la zona principal, limitadas por niveles impermeables.
La pérdida de agua subterránea, o descarga, se produce por evaporación superficial, transpiración de plantas y manantiales.
Se puede realizar un balance hidrológico de la cuenca de la zona de estudio, el agua procedente de las lluvias es igual a la suma del agua de escorrentía, infiltración, evaporación y transpiración reales.
Para el cálculo de la infiltración sea de cierta fiabilidad, hay que conocer con bastante aproximación las características climatológicas de la zona (pluviometría, temperatura), así como las características topográficas, vegetación, cursos de agua con sus caudales, etc.
B. Redes De Flujo De Agua En Los Macizos Rocosos.
a. Generalidades.
El flujo de agua a través de macizos rocosos se produce principalmente por las discontinuidades, es decir, por la llamada permeabilidad secundaria. También puede ser importante, sobre todo en rocas sedimentarias, la permeabilidad primaria que depende del material en sí.
El flujo de agua depende de las características topográficas y geológicas del macizo rocoso.
Bajo una diferencia de presión determinada, los diversos tipos de rocas se pueden clasificar con respecto al flujo de agua según su conductividad hidráulica o permeabilidad.
La permeabilidad se define como la velocidad del flujo de agua bajo una deferencia de presión determinada.
El término gradiente se emplea, normalmente, para designar la pendiente de una línea o de un plano.
La permeabilidad del macizo rocoso suele ser bastante superior a la de la roca intacta, debido a que el flujo se produce principalmente a lo largo de discontinuidades, diaclasas, fisuras, canales de disolución, etc.
La permeabilidad del macizo rocoso puede variar bastante con la dirección, ya que los planos de estratificación y los sistemas principales de diaclasas suelen tener orientaciones definidas y es precisamente a través de estas discontinuidades por donde tiene lugar una parte importante el flujo de agua. Entre las discontinuidades habrá una serie de caminos mejor o peor comunicados, con posibles rellenos arcillosos impermeables, que podrán ser más o menos continuos y abiertos. Todos estos contactos, constituyen las “redes de flujo de agua” en los macizos rocosos. Para expresar la permeabilidad a través de los conductos individuales de las redes de flujo, se utiliza la permeabilidad equivalente del conjunto del macizo rocoso en una cierta dirección.
Se presenta en la siguiente tabla permeabilidades para suelos, rocas, macizos rocosos que se han definido de acuerdo con su permeabilidad, es decir, se han clasificado según su permeabilidad sea media o alta (acuíferos), que sea intermedia (acuitardos), muy baja (acuicludos).
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